jueves, 13 de noviembre de 2008

POR LOS CAMINOS DEL SUR
Una mirada de humildad y encanto en el niño campesino, en la madre abnegada, en el joven lleno de ilusión y en el anciano sabio, guardianes de la historia de mi tierra, una tradición que pervive en la honda fe de nuestro pueblo: es lo que me ha motivado cada domingo ha publicar en este diario la página: “Por los caminos del Sur”.
Caminar los pueblos del sur de Mérida es encontrarse con un tesoro escondido en la montaña, con sus primaverales paisajes, sus abundantes aguas cristalinas, su gente noble y cordial, forjadora de una historia tejida con la sabiduría de la humildad, el trabajo tesonero y la tradición viva de la religiosidad marcada en el sentimiento popular de nuestra región.
Cada una de estas crónicas y relatos han sido recogidas en mis visitas, encuentros, crianza y formación, en un ameno libro de su mismo nombre; auspiciado por la Dirección de Cultura y Extensión de la Universidadde los Andes, en la persona del Prof. Orlando Chacón, a quien hago pública mi eterna gratitud, así como ha Talleres Gráficos Universitarios, en la persona de la Lic InésMuñoz, por su dedicación en la corrección, edición y montaje de esta publicación.
El libro consta de de seis capítulos. El primer capitulo, titulado “El ayer de nuestro Municipio”, constituye una mirada al pasado de nuestra tierra sureña, evocando las memorias de su fundación y la relación y dependencia con su capital Mérida, nos muestra el valor de estos acontecimientos protagonizados por hombres valerosos de ayer que hoy son orgullo perenne para las futuras generaciones, y hace referencia a las viejas anécdotas que nunca faltan y que hoy son leyenda en la historia surmerideñaEl segundo capitulo, “Conociendo el Surmerideño”, es un recorrido por las parroquias que conforman el más extenso municipio territorial del Estado Mérida, incluyendo la descripción geo-política de cada una de sus siete parroquias: Mucutuy, Mucuchachí, Chacantá, El Molino, Capurí, Guaimaral y Canaguá. El tercer capitulo,La Iglesia y los Pueblos del Sur”, está dedicado, como un acto de gratitud, a todos los infatigables pastores de nuestra Iglesia que, llegando como “curas doctrineros o camineros”, o simplemente como ilustres párrocos, dieron el más grande testimonio de fe, progreso y transformación de todas las comunidades sureñas, desde la predicación del Evangelio hasta la apertura de caminos, fundación de hospitales y escuelas, así como de toda obra buena que redundara en beneficio del mejoramiento de la calidad de vida de esta región. Incluye los primeros pasos del pastor Silva en sus históricas visitas pastorales, el proyecto visionario de Monseñor Zerpa en crear Parroquias, la relevante obra del ilustre Monseñor Chacón en pro de los surmerideños, el testimonio imperecedero de eximios pastores como los Arzobispos Pulido y Salas, y los sacerdotes Noguera, Barillas, y Moreno, Hasta llegar a la hermosa Iglesia de Canaguá, ejemplo de lucha y belleza sureñaEn el cuarto capitulo, “Personajes de mi tierra”, nos adentraremos en la vida de hombres y mujeres que, formados por el trabajo tesonero, la virtud, la responsabilidad cabal, la honestidad y una impostergable fe, son ejemplo para la humanidad y una muestra de eso tan especial que gusta del sureño: “Ser buena gente”.
El quinto capitulo, “Nuestra Cultura y Religiosidad Popular" Surmerideña”, nos invita a conocer los pueblos del sur, con la amena crónica de su riqueza cultural, sus expresiones de fe y sus singulares devociones que han servido de inspiración para la poesía, el arte, la música, la artesanía y la pintura, que son las principales manifestaciones culturales de los surmerideños.
El quinto capitulo, “Los Pueblos del Sur de Cara al Futuro”, nos muestra el horizonte de estos apartados pueblos que se niegan a morir y que, dando ejemplo de trabajo en equipo, han sabido salir adelante llegando a conquistar logros que hoy redundan en beneficio de todosEn las instalaciones del liceo “Neptalí Noguera Mora”, el pasado 21 de Octubre, junto al grupo de alumnos, autoridades y comunidad, compartimos su presentación “Por los caminos del sur” es una propuesta a recorrer juntos los bellos pueblos del sur y dejarse contagiar de lo humilde y grandioso de su gente; es apreciar el talento más natural formado en lo recóndito de la montaña, pero, sobre todo, es soñar con la tierra de la esperanza de Mérida, allí donde el campesino eleva su plegaria al Señor cada mañana y sale airoso a sembrar semillas de bondad, familia y progreso por esta tierra bendita
*Cronista Oficial del Municipio Arzobispo Chacón
Pbro. Eduard Molina Escalona
cronistacanagua@hotmail.com

Tomado de:
http://groups.msn.com/canaguatierradesonadores/general.msnw?action=get_message&mview=0&ID_Message=1353&LastModified=4675696946540284992


Comentarios del Padre Moreno Sobre el libro "Por los Caminos del Sur"


Con este título acaba de publicar su primera obra literaria el Pbro. Edduar Molina Escalona, cronista oficial de Canaguá en los Pueblos del Sur merideño. Con el auspicio de la ULA sale editado de los talleres universitarios en bello formato digno del contenido, lleno de fotografías de personeros y paisajes de la cordillera. En un estilo sobrio pero elegante, con ribetes de erudición, nos lleva por los Pueblos del Sur para contarnos sus orígenes, sus tradiciones, su historia antigua y nueva. Al leerlo me recordó mis primeros años de sacerdocio cuando conocí a lomo de mula toda esa región. Fue en la última visita pastoral de Mons. José Humberto Quintero, hace cincuenta años, cuando acompañado de Fray Indalecio Santibáñez y el P García redentorista, pasamos dos meses en esos pueblos evangelizando. Era entonces agreste la vida y con muy pocos recursos modernos que cubría la generosidad de las gentes y que el P Edduar sabe expresar en documentos y experiencias de su infancia canagüera. En mi colección de anécdotas recuerdo que al llegar a Guaraque, puerta de los sureños, el párroco había preparado un saludo al Sr. Arzobispo y una bellísima joven con mucho garbo empezó a leerlo y en vez de decir excelentísimo dijo excrementísimo señor arzobispo, y luego añadió: muy simpático acompañamiento, 10 que nos pavonió a los clérigos jóvenes. La religiosidad, nos hace saber el cronista, viene de los padres agustinos pero es inolvidable la labor del P Adonai Noguera, cuyo nombre ostenta ahora una parroquia, así como el municipio el Arzobispo Chacón. Era famoso entonces el equipo del P Enrique Moreno, P. Barillas y Alarcón hasta que llegó “el héroe de la montaña” P. Eustorgio Rivas, que llevó el primer jeep y la radio y descubrió el Caparo, cuyas narraciones nos dejó en varios libros, que cita el autor de su antecesor en los escritos de los pueblos surmerideños. Eustorgio era nativo de Aricagua, mi primera parroquia con Acequias y El Morro, donde clausuré la aventura de los curas camineros llevando el primer jeep en forma de cayapa con el trabajo comunitario, como lo hiciera el P Crescencio Parra en Mucutuy, P Arias en Pueblo Nuevo y Boanerges Uzcátegui en El Morro. Mons Márquez en diversas ocasiones ha manifestado el deseo de un reconocimiento en bronce a estos curas comuneros cuyas historias están unidas a los “Cuentos del Nono” de Ramón Sosa. Entre ellas está la de un muchacho bobito que cuidaba las mulas y al llegar el jeep le trajo un poco de pasto para que comiera en la noche, y por supuesto que notó que también orinaba por el agua del radiador que destilaba. No podía escapar a la pluma del cronista canagüero las figuras de Chanito Noguera y sus parientes Neftalí y Orlando que dieron lustre a esa tierra como autoridades regionales, diplomáticos y empresarios famosos. Cosas interesantes narra el P. Edduar sobre las costumbres y tradiciones de esos pueblos en tiempos de Navidad y Semana Santa en el arte y la cultura, los platos típicos, música y poesía campesina. Así como recuerda al P Castillo y Manuelito, quiero recordarle que en Capurí no olvidan a un sacerdote joven y alocado que se hizo crucificar un viernes santo y desde la cruz predicara las siete palabras, como tampoco las peregrinaciones de la Virgen de Fátima con Mons. Pulido enfermo y las parranditas místicas en casa de las familias Sosa y Molina, cuyas integrantes han sido famosas funcionarias en esta Ciudad de los Caballeros. Alguna vez Alexis Montilla me hablaba de una posible película de esos pueblos con esas aventuras y esos paisajes que pudieran darle nuevos trofeos, y nos daría nuevos motivos para atraer a muchos turistas. Mil felicitaciones al P Edduar y mil gracias por ese obsequio en mis bodas de oro sacerdotales. Mérida, noviembre de 2008